El padre Pepe se va de su parroquia. Está instalado en la Villa de Barracas desde hace 13 años

Silvina Premat
LA NACION

El sacerdote porteño que más ha aparecido en los medios de comunicación en los últimos tiempos, José María Di Paola, conocido como "padre Pepe", párroco de la villa 21-24 de Barracas, dejará la ciudad de Buenos Aires para ir a "misionar a una diócesis del interior".

A un año y medio de haber sido amenazado de muerte supuestamente por los narcotraficantes molestos por sus declaraciones sobre la circulación y el consumo de drogas en las villas de emergencia porteñas, el padre Pepe comunicó esa decisión en una carta que envió días pasados a los voluntarios de la parroquia Virgen de los Milagros de Caacupé y los vecinos de la villa de Barracas donde vive y trabaja desde hace trece años.

"La iglesia del interior tiene la necesidad urgente de que haya algunos sacerdotes con experiencia que lleven a la práctica trabajos como el nuestro", dice el texto firmado por el padre Pepe y enviado ayer a LA NACION por uno de esos voluntarios de Caacupé.

"Por eso decidí que debo aceptar este pedido de la iglesia del interior de la Argentina y dar mi experiencia vivida aquí con ustedes, en esos lugares muy pobres donde a veces no tienen ni para comer", continúa la carta.

Consultado el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, confirmó el traslado del sacerdote.

"Este es un viejo proyecto del padre Di Paola, incluso anterior a las amenazas del año pasado", dijo a LA NACION el cardenal que más impulsó, con recursos y designación de un mayor número de sacerdotes, el trabajo de la Iglesia en las villas de emergencia porteñas.

"Desde hace dos años me había comunicado que, una vez terminado su ciclo en Barracas, deseaba seguir en otro lugar como misionero", agregó Bergoglio.

Sin nombres

Con respecto al nuevo destino del padre Pepe -que ayer no respondió las llamadas de LA NACION- en el arzobispado y en su parroquia dijeron que aún no está confirmado, aunque LA NACION pudo saber que se trataría de una provincia norteña.

Tampoco trascendió el nombre del sacerdote que sucederá a Di Paola como vicario de las villas de emergencia de la arquidiócesis de Buenos Aires, organismo creado por Bergoglio en agosto del año pasado, ni a quién le tocará reemplazarlo como párroco en la villa 21-24.

En la carta Di Paola sintetiza las obras surgidas a partir de su llegada a esa villa, en marzo de 1997, y afirma: "Hoy nuestra parroquia está organizada y con mucha vida, cada área es dirigida por el padre Charly [Olivero], el padre Facundo [Berretta] o el padre Juan [Isasmendi]".

Luego, cuenta que le costó mucho tomar esta decisión por el gran cariño que siente por la gente de la villa y la parroquia, y anuncia que comenzará "su nueva misión" a mediados de diciembre próximo.

El sí de Bergoglio

¿Por qué Bergoglio permite a un sacerdote como Di Paola alejarse de la Ciudad de Buenos Aires? "Porque ésa es su vocación y soy respetuoso de los llamados del Espíritu Santo", respondió a LA NACION el cardenal mismo y agregó que para la arquidiócesis porteña esto no es novedad porque hay una treintena de sacerdotes de la ciudad que están como misioneros en diócesis del interior.

"El que está en condiciones y sienta el llamado del Señor se puede ir", es la sugerencia que les hace el cardenal a sus curas.

En la Curia porteña la decisión del padre Pepe no causó sorpresas. Allí consideran al cura villero "un hombre muy religioso, con un gran amor a Jesús y que siempre dijo que su vocación era la de ser misionero".

En Barracas, en cambio, la noticia sorprendió a muchos y entristeció a otros.

Sin embargo, los colaboradores más cercanos al sacerdote Di Paola admiten: "No será fácil sin Pepe, pero ¡qué alegría para las olvidadas comunidades del interior contar con un pastor como él!... Además Pepe no nos deja solos: Charly, Facu, Juan y quien reemplace a Pepe son un lujo que pocas comunidades tienen...".

JOSE MARIA DI PAOLA
Sacerdote desde 1987

Profesión : párroco de la villa 21-24, Barracas, desde 1997

Edad : 48 años

Es coordinador del equipo de sacerdotes para las villas de emergencia, desde 2008, en la arquidiócesis de Buenos Aires, y vicario de las villas de emergencia, desde 2009.